Por unos colmillos blancos
que entre tanto humo viera relucir,
y esa rabia que escondía
no sé qué secretos y era para ti,
cuando viejo se marchó,
de este mundo tan hostil,
me nubló un presentimiento al verlo partir.

Dicen que es el matapacos
y que no le teme a ningún fusil,
que la yuta no lo quiere ver
por las protestas firme al resistir (¡RESISTIR!),
dicen que en la lucha fue,
ejemplo y en la ciudad,
lo llaman el compañero de la libertad.

Sólo que se ausente va,
que aúlla desde las estrellas,
que amarrado nunca estuvo
cuando declaraba su rebeldía.

Sólo sé que el viento va,
jugueteando entre sus pelos,
que el fuego brilla en sus ojos
cuando el gobierno comienza a reprimir.

Dicen que era como un rayo
cuando el negro los corría hacia el cuartel,
junto a sus amigxs quiltrxs
que nos acompañaran hasta vencer (¡HASTA VENCER!),
ya no sé si volveré,
a verle libre y gentil,
sólo sé que sonreía por el porvenir,
sólo sé que sonreía por el porvenir.